miércoles, 20 de marzo de 2013

Los niños de la Virgen del Rosario

Los niños de la Virgen del Rosario.

En ese cirio no van las bolas que se hacen con gotas de cera. Esas bolas amasadas por la ilusión de niños que corretean entre los nazarenos. En ese cirio no van tampoco los libritos de Semana Santa que, de niños, cogíamos del bolso de nuestra madre para ver cuantos pasos salían hoy. En ese cirio tampoco va el algodón dulce, los globos enormes, las cornetas chillantes de plásticos, o los tambores que vendían en Fidela. En ese cirio que se ha colocado en el paso de la Virgen del Rosario va sólo la frialdad de una enfermedad infantil que priva a miles de niños de disfrutar del olor, del sabor y de la luz de cada Semana Santa. Los niños enfermos del Hospital Reina Sofía de Córdoba, verán este año la Semana Santa desde le mejor punto que existe, que es lo más cerquita de Ella, sobre su paso.
En el cirio pone “Por los niños enfermos de Córdoba”, pero también pone en sus interior “por sus madres”, por no poder ver a sus hijos correterar entre nazarenos, o vestir la esclavina con una canastilla de incienso delante de un paso. También va en su interior “por sus abuelos”, que no pueden llevar a sus nietos a ver La Borriquita, mientras dan palmazos por la calle San Pablo abajo. Todos ellos van en ese cirio, por supuesto los niños enfermos de nuestra ciudad, pero también quienes los cuidan, sus padres, sus abuelos, sus enfermeras... todos lo que no olerán a azahar, sino a caldo insípido de Hospital. Todos aquellos que no disfrutarán de una torrija de La Purísima, o de un bocadillo del Bocadi, sino de aquel sabor amargo de los pasillos hospitalarios. Todos, absolutamente todos, irán sobre el paso de palio de la Virgen del Rosario. En cada levantá, en cada marcha, en cada olor que se desprenda del vergel que es ese paso un Viernes Santo. Allí irán todos ellos. Irán agarrados a los varales, como se agarran a su goteo de suero. Irán como entrelazados en su manto, como se entrelazan las manos de un niño a las de su madre en las habitaciones del Reina Sofia.
Ese es el único estreno de la Hermandad de San Pablo este año: Lo niños enfermos de Córdoba, sobre el paso de palio de la Virgen del Rosario.

Rafael Cuevas Mata

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